Ángela Beatriz "Betty" Argañaraz



Beatriz Argañaráz tenia 45 años cuando salió de su casa el 31 de julio de 2006 hacia el colegio donde iba a asumir la dirección, pero nunca llegó.




Ese frío lunes 31 de julio de 2006, Beatriz ("Betty", como le decian) iba a asumir como nueva directora de colegio católico Padre Roque Correa. Salió de su casa temprano y abordó un colectivo de la línea 103 a pocas cuadras de su casa, en El Manantial. Testigos la observaron bajarse en la zona del Abasto y tomar allí un remise blanco. Nunca más fue vista con vida. Nunca llegó al colegio y todas sus colegas se revolucionaron buscándola. Sólo una de las compañeras de trabajo no parecía alterada, según los testimonios: era Susana Acosta, la ex monja secretaria del colegio. Susana y Betty habían organizado juntas un sketch para despedir a la anterior directora, que por cuestiones familiares había renunciado para viajar a Japón y ayudar durante algunos meses a su hijo, que está a punto de ser papá. El sketch iba a llamarse "Teté se va a Japón" y debía representarse ese lunes. Betty tenía el papel de la ex directora e iba a disfrazarse con un kimono y una peluca que Susana le había conseguido.Susana iba a actuar de una periodista que cubre el viaje. Por esa obra, la semana anterior a su desaparición, Betty y otros compañeros de trabajo habían ido tres veces al departamento que Susana comparte con su pareja, Nélida del Valle Fernández (también ex religiosa) Las dos mujeres tienen una hija de 8 años, adoptada legalmente por Nélida.
Mientras las maestras y autoridades del colegio llamaban a la policía, hospitales y familiares en búsqueda de Betty, durante la mañana Susana insistió al menos tres veces en "hacer el sketch igual, sin Betty", según declaró a la Justicia la directora saliente, Teresa Vizchi. Pero por la tarde, según declaró Angel Amato, uno de los representantes legales del colegio, hubo un diálogo que los investigadores del crimen dicen que es clave para entender el móvil por el que Susana pudo haber actuado contra Betty.

—¿Y ahora qué vas a hacer que Betty no está?
—En realidad no sé. ¿Qué hago si no aparece Betty? Teresa (Muruaga, otra candidata a la dirección de la escuela) ya dijo que no quería. No tengo más opciones, ya que tenemos que elegir a la nueva directora entre alguna maestra titular y no hay más postulantes.
—Yo soy titular
—Si te interesa presentá tu currículum a Buenos Aires.

Una de las pocas compañeras de trabajo que sabía desde el principio que Betty había sido elegida y luego que iba a aceptar era justamente Susana.


Julio Navarro (su pareja de los últimos 15 años) dijo: "No puedo creer que por un cargo le hayan hecho algo así. Sobre todo porque La Negra (como le decia) no era ambiciosa. Al principio ella tenía muchas dudas, porque para asumir le habían pedido que renuncia a los dos grados que tenía a cargo, uno a la mañana y otro a la tarde. Ella lloraba y decía: 'Voy a perder a mis hijos', así les decía a sus alumnos. Y yo le respondía: 'No ves que te eligieron aunque no seas universitaria. Es un gran logro para vos. Vas a poder seguir estudiando'. Ella tiene 26 años de docencia. Al final estaba contenta. "Betty era muy responsable...", (se corrige y cambia en tiempo presente) "Es muy responsable". "Le gustaban muchos los asados... Le gustan"
Julio también aportó otro dato clave para la investigación: "La noche del domingo, mientras estábamos preparando las cosas para el acto del día siguiente, Susana le mandó un mensaje de texto a Betty diciéndole "llamame al fijo". Betty la llamó y, según coincidieron Julio y la propia Susana en sus declaraciones, Susana le dijo: "Mañana pasá por el departamento que tengo una sorpresa para vos y un regalito para Julio"."Ese día pensamos que tal vez el regalo fuera un perrito, porque nos encantan, tenemos cinco. Pero ahora me suena tan perversa y reveladora esa frase del 'regalo' y la 'sorpresa'"


La investigación

Dos adolescentes, vecinas del barrio que la conocen, la vieron bajar en el centro y tomar un remís o taxi blanco aquel lunes. Dibujaron un modelo similar al Fiat Uno, aunque dijeron no saber qué marca era el auto. Fue la última vez que alguien la vio con vida. Según el remisero (pidió reserva de identidad), que dijo haber trasladado a Argañaraz, él conducía un Fiat Uno blanco y dejó a la desaparecida a unos 30 metros del domicilio de Fernández y Acosta, ex novicias que convivían en una misma casa.

Se trata de una especie de finca de fin de semana que está ubicada en la calle Universo 960, en la localidad de Yerba Buena, a 12 kilómetros de la capital tucumana.

La fiscal Adriana Giannoni está convencida de que la maestra llegó hasta el departamento de Susana y Nélida y ellas la secuestraron.

Nélida Fernández y Susana Acosta, las culpables

La vivienda de las ex novicias fue allanado por orden de Giannoni, quien está a cargo de la investigación de la desaparición de la docente.
Durante varias horas trabajaron expertos de la Policía Científica, apoyados por bomberos, que realizaron pruebas de Luminol para detectar rastros de sangre. La prueba de Luminol realizada en la vivienda dio positiva en una mesada, en la cocina, en el piso, donde apareció una mancha de tres centímetros, y en una tapa de cemento de un pozo que hay en el fondo.

En el auto, en el asiento de atrás y el baúl se encontraron gran cantidad de rastros compatibles con sangre que están siendo peritados.Además, la tapa del baúl estaba abollada desde adentro, como si alguien la hubiese pateado. Los investigadores recuerdan que Betty tenía un buen estado físico: iba tres veces por semana a gimnasia y practicaba movimientos de artes marciales.


Los hechos

Según la investigación -llevada a cabo por la fiscala Adriana Giannoni- la maestra había sido citada mediante engaños por Fernández y Acosta a su departamento, ubicado en Catamarca 30. Allí -afirma la funcionaria judicial- las ex religiosas y Luis Fernández (hermano de Nélida) la golpearon hasta matarla. Luego, se deshicieron del cuerpo y sellaron un pacto de silencio.



El juicio




El fallo de los camaristas Alfredo Barrionuevo, Emilio Páez de la Torre y Pedro Roldán Vázquez recayó sobre Susana Acosta y Nélida Fernández, mientras que Luis Fernández, hermano de la segunda fue absuelto y recuperó la libertad.
El veredicto del tribunal fue repudiado por familiares y amigos de la docente que, tras escuchar la sentencia, comenzaron a gritar “asesinos” a los acusados.
En su alegato, el fiscal de juicio, Edmundo Botto, había solicitado la prisión perpetua a Nélida Fernández y a Susana Acosta por el delito de “homicidio agravado” y de cinco años a Luis Fernández por encubrimiento.
En cambio, Gustavo Morales, abogado de las imputadas, había pedido la absolución de las ex novicias.

Susana Acosta y Nélida Fernández fueron sentenciadas a 20 años de prisión por la desaparición y muerte de la docente.

Liliana Argañaraz, hermana de Betty, lloró durante casi toda la espera, mientras los nervios y la incertidumbre hacían mella en la mayoría de los presentes.


¿Donde está Betty?

Las pruebas en contra de las ex novicias fueron contundentes, aunque nadie pudo despejar la duda que carcome a los familiares de la maestra: ¿Dónde está?


Tras reclamar a gritos que le digan dónde enterraron el cuerpo de su hermana, Liliana Argañaraz aseguró que seguirán “buscando a Betty y pidiendo Justicia”.
Por su parte, Luis Fernández, antes de recuperar la libertad, sostuvo que “no hay nada para festejar porque es una jornada triste para ambas familias”.
El hombre, que estuvo dos años en prisión, recordó que durante ese tiempo no pudo “disfrutar” de sus hijos ni del nacimiento de su nieto.
“Tengo tranquilidad de conciencia; nunca desconfié de este tribunal y sabía que el juicio era la única oportunidad que tenía para demostrar mi inocencia”, indicó.
Liliana se mostró hoy molesta con el fallo. “Estoy devastada, vacía por dentro. Llegamos a la última instancia cansados de esperar y lo que esperábamos escuchar en este juicio no ha salido a la luz”. Aseguró que  “todo” lo que esperaban ella y sus familiares “no salió a la luz”, porque a las imputadas pareció que “se les borró Betty Argañaraz”.“Lo único que les importó -afirmó- es que están encerradas. Vamos a seguir buscando a Betty, vamos a seguir pidiendo justicia”,
En tal sentido, cuestionó que el dictamen hubiera absuelto a uno de los juzgados, y basó sus críticas en el fiscal de Cámara Eduardo Botto, al recordar que días atrás “confundió el nombre” de la maestra “con el de Nélida Fernández”.
Fue realmente bochornoso y no tenía sus alegatos bien preparados”, expresó. Y agregó: “Ojalá ya tenga su jubilación preparada para que no siga perjudicando a otras familias”.
Además, opinó que había “una mano muy poderosa detrás de todo esto, como es la Iglesia”. Las acusadas “son dos ex novicias que fueron muy poderosas en el colegio”, comentó. Y, en ese marco, recordó que, cuando desapareció Beatriz y faltó a clases una de las imputadas, “a Susana Acosta le habían firmado el libro de actas y nunca nadie salió a decir lo hice por compañerismo”.



Despues del juicio


Nélida Fernández y Susana Acosta se casaron en prisión. En 2015, Nelida inició las consultas en la maternidad María de las Mercedes para realizarse procedimientos que incluyen: un tratamiento endocrinológico, acompañado de un seguimiento psicológico y por ultimo mastectomía y cambio quirúrgico de sexo. Luego de realizados los procedimientos médicos, cambiaría su DNI para llamarse “Marcos Daniel”.
Las dos podrían salir en libertad condicional.

La hermana de Betty opinó: “Ella puede hacer con su cuerpo lo que desee pero… ­Por qué tenemos que pagárselo todos nosotros? Además, ellas saldrán en libertad el año próximo y con este cambio de identidad nadie sabrá quién es Nélida Fernandez y lo peligrosa que es esta persona para la sociedad.


Su familia no perdió las esperanzas de que las ex monjas confiesen lo que hicieron con el cuerpo de Betty, inclusive de poder encontrarla con vida, pero todo indica lo contrario. El último avance fueron nuevas excavaciones en la zona de La Reducción donde se presumía estarían los restos de la docente, pero sin resultados positivos.



Han pasado mas de 10 del caso. Sigue sin haber rastro del cuerpo de Betty y las culpables no quieren decir nada.

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