Fabian Tablado: el asesinato de Carolina Aló



Pibe, le pegaste a tu novia.
No le pegué, la maté!


Carolina Aló tenia 17 años y era oriunda de la localidad bonaerense de Tigre, Argentina. Cuando tenía 14 conoció a Fabian Gerardo Tablado (de entonces 17) durante una fiesta en 1993 en casa de amigos comunes. Sus familias vivían en el centro y ambos se encontraban cursando el segundo año de bachillerato del colegio Marcos Sastre, en el turno nocturno. La amistad se hizo amor al poco tiempo, un amor que ella escribía en su diario y él en las cartas que le mandaba.


Carolina Aló

"Princesita de mi vida, osita de peluche, corazón con patas, viste que pese a todos los obstáculos, a la distancia y las circunstancias, el amor de nosotros pudo más" escribió en una de las cartas e incluso hizo un dibujo de un sonriente oso que sostiene un corazón-cartel, en el cual se lee "TE AMO".

La carta (click para ampliar)

Sin embargo, y pese a que parecían una pareja feliz, en realidad se trataba de un noviazgo toxico. Las amenazas de Tablado hacia Carolina y agresiones fisicas, eran moneda corriente.


"Eran buenos alumnos, con siete de promedio en sus estudios. Este es un colegio nocturno con 300 alumnos, nos conocemos bien y no hay problemas disciplinarios. Carolina y Fabián estaban siempre juntos, sé que en 1994 ella consultó a nuestra psicopedagoga. En ese año también les pusimos diez amonestaciones a los dos: se habían agarrado a cachetazos", dijo Marta Giardili, vicedirectora del colegio.

Segun comentaron los amigos de la pareja las agresiones llegaban a ser reciprocas. Fabián tenía su propio grupo de amigos, que no se integraron con Carolina "porque cuando salían todos juntos, ellos dos se peleaban a los cachetazos delante de nosotros", contó uno de ellos.
Cristián Baldo, un primo de Carlina, recordó que "Fabián le pegó muchas veces; yo lo sabía porque ella me contaba, pero siempre se lo ocultó a sus padres. En junio del 95 él le rompió el tabique nasal de una trompada, pero en el colegio ella dijo que se había caído de una moto. Fabián creía que Carolina lo engañaba con un amigo, había amenazado con matarlos a los dos, se hizo una película. Pero ella daba los ojos por Fabián, le decía a su padre que no se metiera, que iba a seguir con él".

Inlcuso Edgardo Aló, padre de Carolina, presenció una escena donde dejaba a Fabián al descubierto.

"Yo había visto por primera vez cómo que este chacal le tiraba del pelo y le tiraba una trompada. Ellos estaban afuera, alcanzo a ver la escena desde adentro de mi casa y entonces salgo, lo encaro, le pregunto qué estaba haciendo con Carolina, me dice “nada, hablando”. Le dije que hablara de la misma manera conmigo y le pegué. Obviamente no levantó la mano, porque él solamente les levantaba la mano a las mujeres.  A mí me bastó lo que vi para decirle a Carolina 'acá se terminó'.  Después me entero que él ya la había golpeado otras veces".

Carolina y Fabián jutnos

Así era la relación luego de casi tres años; Fabián celaba constantemente a Carolina, ella mentía para protegerlo y en las peleas tenían que intervenir sus amigos y familiares. Sin embargo y pese a estar dolida, Carolina siempre volvía con él, tal vez por miedo o por amor. En su mesa luz guardaba las cartas que Fabian le juraba su amor eterno.

"Son como las 12.30 y estoy acostado en mi cama, no tengo sueño. Quería escuchar un poquito de música. Y como no podía ser de otra manera, me empecé a acordar de vos, bebé. Te extraño muchito y tengo ganas de bailar con vos y después dormir bien juntitos..."

Otra de las cartas


El dia 

Carolina ya contaba con 17 y Fabián con 20, ya cursaban juntos el 4to. año de bachillerato. En esos días Carolina les pidió a sus padres que la llevaran y la trajeran del colegio.

Ese Lunes 24 de Mayo de 1996 ambos se retiraron antes de hora, cerca de las 20.00 hs, cuando la salida habitual, era pasadas las 22.30 hs. Ella mintió y dijo que iba a visitar a un primo enfermo. Él pidió permiso para irse más temprano porque supuestamente tenía que ir a una cena familiar.


Ambos fueron directamente a la casa de Tablado. Fabian vivia con sus padres y sus cuatro hermanos, pero habían ido a cenar a casa de sus abuelos, así es que la casa de la calle Albarellos 348 de Tigre, se encontraba desocupada por lo menos, hasta las 22.30 hs.

El único que sabia de esa salida anticipada era un amigo de Tablado, Luis María Vallejos, a quien el fin de semana, le había confiado, la intención de asesinar a Carolina.

Vallejos relató:

"El sábado anterior habíamos salido, tomamos, nos emborrachamos y Fabian me decía que las novias de los dos nos engañaban, que había que matarlas a las dos. Como estabam alcoholizados, no lo tome muy en serio.
El 27 por la mañana, recibo un llamado de Tablado.
–Hoy lo hago.
–¿Qué cosa?
–Te dije que lo iba a hacer y hoy lo hago.
Ya por la tarde y en la entrada del colegio, Tablado insistió:
Vas a ver que hoy lo hago…"



El hecho

La pareja fue a la planta superior donde tuvieron relaciones sexuales, pero repentinamente comenzaron a discutir. Después de la hora 21:30 y no más allá de las 22:55, Tablado comenzó a agredir a Carolina. La agresión empezó con golpes de puño y algún objeto, lo que evidentemente, dejo a Carolina totalmente desprotegida y fuera de si, luego siguió con elementos cortantes y punzantes que habían en la propia vivienda.

Utilizó una cuchilla, tres cuchillos de tramontina (algunos se rompieron por la violencia de la agresión) y hasta un formon, (una herramienta utilizada en carpintería), que su padre tenía en su taller y también utilizó para apuñalar a Carolina. 
 Los vecinos no escucharon gritos ni advirtieron nada extraño. Pero la pelea se hizo cada vez más violenta. Carolina recibió unas 40 puñaladas en los brazos y en las manos. También tenía muchísimas heridas en la cabeza y en el tronco. Fabián entró y salió veces. Iba a la cocina a cambiar los cuchillos a medida que se iban doblando o rompiendo.
A medida que recibía las agresiones, Carolina, trataba de escapar, movilizándose por la planta baja de la casa, a la vez que Tablado continuaba persiguiéndola y apuñalandola. Hasta que al final, exhausta, cayó en la zona del garage de la vivienda. Para terminar su obra de terror, Tablado le aplicó una profunda cuchillada en el cuello y, para rematarla, le hundió una puñalada en el corazón.

La casa

Toda la agresión se desarrollo en la planta baja de la casa, las manchas de sangre que se encontraron en la escalera y en la planta alta fueron producto de que, ya con Carolina sin vida, Tablado subió a la planta alta a cambiarse la ropa ensangrentada y lavarse las manos y la cara. Se sospecha que habría buscado un arma que su padre guardaba en la casa. Quizás para matarse.


Vallejos, el amigo de Tablado, empezó a preocuparse, sospechaba seriamente que la promesa de muerte de Carolina, podía llegar a cumplirse. Se retiró antes de hora y, lo que se le ocurrió en el momento fue llamar al papa de Carolina, aunque con voz disimulada, para preguntar por ella y a la vez trató de alertarlo de que algo podría estar pasando.

Asi relato, Edgardo Alo, ese momento:

"Estaba en casa, preparándome para ir a buscarla, cuando recibo un llamado telefónico con una voz fingida diciéndome que era una compañera de ella y preguntándome si Carolina había llegado a casa.  Le dije que no, que hasta las 11 y cuarto de la noche no salía del colegio y sospeché, le dije '¿Por qué me preguntás, si sos compañera de ella? Tenés que saber el horario. Entonces cortó.  Eso encendió una luz de alerta y salí enseguida a buscarla. Me fui para el colegio, esperé que saliera, como lo hacía habitualmente, con la diferencia de que esta vez no salieron ni él ni ella. Volví a casa pensando que a lo mejor yo no la había visto salir, y me dicen que no, que no había llegado. Le digo a mi cuñado Vení, vamos a buscarla.


Edgardo y su cuñado fueron para la casa de Tablado. Ahí se encontraron un panorama aterrador: había una ambulancia, un patrullero y estaba lleno de policías.


"Siento un gran vacío en el estómago, me bajo, la casa macabra tiene como 20 metros hasta que llegás a la puerta… A mí me llamaba la atención que, conociéndonos –yo era bastante conocido en la zona por la inmobiliaria– los policías no me saludaban: es más, esquivaban la mirada. Cuando estoy llegando al portal, la madre de él se topa conmigo, se sorprende, le digo “Qué pasó”, me dice “Nada, nada, nada” y se mete para adentro. Cuando intento entrar,  sale una persona muy grande, me agarra del hombro, me saca hacia afuera, y me dice “Pasó una tragedia, es una tragedia, pasó una tragedia…” El hombre me abrazaba y al mismo tiempo me sacaba del lugar: me di cuenta de lo que había pasado. Voy de nuevo a la puerta: llega un momento en que se abre, había un garaje grande, la veo tirada a Carolina. No me dejan entrar, sale un policía y le dice al que estaba de custodia: “Conté hasta 80 y no puedo contar más, salgo a tomar aire”. Lo miro y le digo: “¿80 qué?” El policía se fue, y en la seña que le hizo el que estaba en la puerta, me di cuenta de que había pasado algo que escapaba a la mente de cualquiera.


Vallejos, luego de alertar, fue a la casa de Tablado en donde se lo encuentra, él le pidió que fuera a buscar plata para un remis, le dijo que se quería ir porque la había cortado toda, la había matado. Vallejos vuelve a la casa cuando el padre Carolina ya se encontraba, al verlo avisa:
Ahí hay un amigo.

Entonces lo agarra la policía y Vallejos cuenta que Tablado estaba esperándolo debajo del puente Tedín. Los policías fueron vestidos de civil, en un coche particular. Tocaron tres bocinazos, de acuerdo con lo combinado con Vallejos. Tablado sale y un policía le dice:
Pibe, le pegaste a tu novia.
Tablado contestó:
No le pegué, la maté!

Se vio rodeado y se entregó sin poner resistencia.



Autopsia y recolección de pistas

El cuerpo, según lo describió el subcomisario Daniel Brindoen el juicio, estaba "hecho un bollito, boca abajo, en el piso", muy cerca del fatídico formón.

La autopsia, que duró cinco horas, fue hecha por los forenses Gloria Peleorini y Héctor Di Salvo. Ambos concluyeron que solo una de las puñaladas fue la que causó la muerte, y que la mayor parte de las restantes fueron hechas post mortem.

El cuerpo tenía siete lesiones en la mano izquierda y muchas heridas en los brazos, señales de la desesperación de la chica por salvar su vida, evitando ser herida en sus partes vitales.  Las heridas en los brazos, el rostro, el cuero cabelludo y la nariz sirvieron para “disminuir la capacidad de defensa” de Carolina. “En la cavidad torácica, a pesar de ser una parte cerrada del cuerpo, casi no había sangre depositada, lo que significa que prácticamente se había desangrado por la herida en el cuello”, sostuvo Pellegrini. La agresión duró “entre cinco y diez minutos”, coincidieron ella y el médico Héctor Di Salvo, pero el corte en el cuello, sobre la cervical derecha, “le produjo la muerte en dos o tres segundos”.


Resultado: Recibió en total 113 puñaladas


La ropa utilizada por Tablado, durante la agresión, se encontró, en la planta alta, incluso, las zapatillas.

Los titulares





El Juicio

El debate oral comenzó en Diciembre de 1998, poco mas de dos años, después del hecho.
La acusación oficial, estaba a cargo del fiscal Julio Novo.
El lugar destinado al juicio seria la Sala III de la Cámara Penal de San Isidro y estaba integrada por los jueces Fernando Luis María Mancini, Celia Margarita Vázquez y Fernando Marotto. La presidencia del mismo sería de Mancini.

El padre de Fabián yendo a declarar

Por otro lado, la familia de Carolina era representada por el abogado, Roberto Damboriana y la defensa de Tablado a cargo de Omar Breglia Arias y Adrián Tenca (después vendrían otros)

El padre de Carolina yendo a declarar

Ya que la culpabilidad no podía ponerse en duda, la defensa de Tablado se apuntó a demostrar de que su defendido era inimputable.
Podría decirse de que fue una batalla entre peritos, psicologos y psiquiatras, cada uno con posturas diferentes, que si bien, no lograron convencer a la familia de Carolina, si lo hicieron con el tribunal que cambio de caratula, pero no consideraron la inimputabilidad.

Los jueces entendieron que:

-Al momento de ocurrir el hecho por el que se lo procesa, Fabián Gerardo Tablado, se encontraba en condiciones de comprender la criminalidad de sus actos y/o dirigir sus acciones.
-De la acusacion original del fiscal Novo y el juez Makintach quedaron desestimados ensañamiento y alevosía, convirtiendo el hecho en un Homicidio simple, con los consiguientes beneficios en la condena.

El 16 de diciembre de 1998, Fabian Tablado, en fallo dividido, fue condenado a 24 años de prision por Homicidio Simple.
Fue confirmado el 27 de junio de 2000, mediante sentencia del Tribunal de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires.







Después del juicio

Durante su estadía en prisión, Tablado obtuvo salidas laborales, para desempeñarse en el aserradero de su padre. Incluso la Sala III de la Cámara Penal de San Isidro le concedió el beneficio de las salidas transitorias por haber completado dos tercios de la condena. Llegó a salir de la cárcel cuatro veces por semana.

Tablado en la carcel

Pese al crimen y que con el tiempo fuera considerado uno de los peores femicidas que tuvo el país, lo cierto es que Fabian llegó a recibir cartas de muchas chicas que querían conocerlo.

 "A ese pibe le llegaban las cartas de amor en carretilla", dijo una vez Robledo Puch, uno de los asesinos mas famosos del país.


Primero estuvo con Gabriela Palavecino: la relación terminó cuando él la empezó a amenazar. Luego conoció a Roxana López, que además era vecina suya y tenía 12 cuando ocurrió el crimen, se casó y tuvo mellizos. La ceremonia fue el 24 de septiembre de 2006 en la cárcel de Florencio Varela. El asesino se ocupó de cocinar la torta. Solía escribirle cartas de amor y dibujarle ositos cariñosos. Según se supo después, amenazó de muerte a López, quien supuestamente lo habia dejado por maltratos.

Fabián junto a Roxana


El hecho ocurrió el 20 de abril de 2012 a las 20, cuando la mujer  estaba en su casa de la calle Sarmiento al 1400, de Tigre, recibió amenazas telefónicas del condenado para que restableciera su relación con él.

"Ya está todo organizado", "Te vas a querer matar", "Te digo que las cosas van a cambiar", "Si no volvés conmigo, yo tengo muchos contactos, Roxana", "Yo me voy a reír de vos en la c****a del mundo" y "Si no volvés conmigo, te juro por Dios que el único pensamiento que vas a tener voy a ser yo", fueron algunas de las amenazas. También llegó a amenazar a su suegra.


Por este hecho fue que perdió las salidas transitorias. El juez Facundo Ocampo lo declaró reincidente y lo condenó por “Coacción”. Ocampo fijó una pena de dos años y medio que se agregaron a los 24 que ya tenía.

Tablado hoy



Edgardo Aló recuerda ese día como si fuera ayer, para él el tiempo nunca pasó. Asegura que seguirá luchando para que Tablado no salga nunca.

"Dije que iba a ser su sombra, se lo prometí a mi hija: llevo mas de 20 años recorriendo los tribunales para que no salga. Hasta dejé mi trabajo en una inmobiliaria",  declaró.



Cuando se le consultó sobre la condena del asesino de su hija (que está pronto a terminar) su respuesta es tajante:

"Con lo que le hizo a mi hija debería haber sido condenado a perpetua. La sociedad cambió. Y por eso creo que si esta lacra recupera la libertad no va a poder caminar tranquilo por la calle. Y mucho menos por Tigre, donde no olvidaron y lo siguen llamando "chacal". Va a tener que irse del país."


Aló creó la Fundación Carolina Aló para asistir a víctimas de violencia de género y tratar de hacerle frente a los pedidos de ayuda y auxilio que reciben. "Es un espacio con abogados, psicólogos y psiquiatras trabajando de forma gratuita, donde la mujer que haga una denuncia por violencia pueda alojarse hasta que el juez dicte la exclusión del hogar”, declaraba.

"Quiero que no haya más Carolinas. Me pude haber quedado en el dolor y en la lágrima, pero decidí no hacerlo", afirmó.

La tumba de Carolina





El caso de Carolina Aló fue uno de los que conmovió al país en aquel momento, pero también cambió la mirada con respecto a esos hechos que eran considerados "dramas pasionales" o "emoción violenta". El tiempo pasaba al igual que la sociedad, en Argentina cuando ya se hablaba de femicidio difícilmente este caso podía quedarse en el olvido.

Homenaje a Carolina



Una de las fotos simbólicas de Carolina es aquella donde aparece sonriendo a la cámara con las trencitas.



"Es la única foto que me queda. Las otras desaparecieron. En esos días creo que los periodistas se las llevaron en busca de la exclusiva y no las devolvieron. Uno siente que pierde todo, pero hay una parte de Carolina que nadie podrá matar nunca."


Una de las ultimas cartas que Fabian le escribió a Carolina fue:

"Bebé, quiero que sepas que, a pesar de que siempre haya algo entre nosotros tratando de separarnos, te voy a amar. Y aún cuando vos te canses de no poder hacer nada por mi culpa y me dejes, yo voy a seguir amándote".



Filmografía











1 comentarios:

  1. Unknown dijo...

    Hoy le dieron alas a este sujeto, con voz monocorde, encapuchado y con algunas piezas dentarias menos... Me pregunto qué habrán recabado de su cabeza los profesionales de la salud mental que lo habrán entrevistado para avalar su libertad. Después de 24 años, mis pésame a la familia de la víctima, a quien dejó triturada en el piso de la cocina de la casa en que hoy volverá a vivir. Sólo existe la condena y el escrache social cuando la verdadera justicia no existe en este país.

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