Era turista y se encontraba sóla recorriendo el Noroeste Argentino
Annagreth Würgler nació en 1976 en el Cantón de Solothurn, Suiza. Era Bióloga y Veterinaria. Quienes la conocian la calificaban como una mujer independiente, autónoma, deportista y aventurera.
Le gustaba dibujar. Prefería ir retratando los paisajes y los árboles que veía durante sus viajes antes que tomar fotografías.
Viajó un tiempo con su novio, Mathias Villiger, por Sudamerica,. Habían llegado a la Argentina en 2004 en bicicleta, pero en agosto se separaron y ella siguió sola su viaje a La Rioja. Quería conocer provincias del Norte argentino.
Annagreth y su novio |
Ella y su novio mantuvieron contacto por correo electrónico durante un tiempo. El 26de agosto del 2004 fue el último día en que se contactó via e-mail. Acordaron que él se iría a una granja en Brasil y ella a conocer el Parque Nacional Talampaya de La Rioja.
El dia
El 26 de agosto de 2004 Annagreth pasó la noche en una pensión en La Rioja, retiró dinero de un cajero y envió un último correo. El 27 de agosto de arribó en bicicleta a la comisaría de Patquía, a unos 70 kilómetros de la Capital riojana, donde pidió permiso y fue alojada para pernoctar.
El 28 por la mañana partió rumbo al paraje El Chiflón, donde logró acampar al lado de la vivienda de un comerciante a quien le compró productos regionales.
Un día después viajó hacia la zona del parque Talampaya y se dispuso a hacer dedo en la ruta nacional 76, a la altura del kilómetro 114, cerca de las 14:00. Una camioneta 4x4 que iba rumbo a Pagancillo se detuvo para transportarla. La camioneta pertenecía al empresario hotelero Alcides Cuevas, y el que conducía era el chofer de la hostería, Miguel Narváez, junto a un contingente de turistas.
La joven fue trasladada en la camioneta hacia Pagancillo, donde Narváez la dejó en un camping propiedad de Angélica Gordillo y Mario Machuca.
El chofer le avisó a Cuevas sobre la presencia de la turista suiza y su interés por conocer Talampaya, por lo que ambos fueron a buscarla en la camioneta. Los tres se trasladaron en el vehículo a la localidad de Villa Unión y, desde allí, regresaron a Pagancillo de noche, donde Narváez se retiró.
La desaparición
Tras pasar varias semanas sin noticias de Annagreth, su novio Mathias empezó a preocuparse, el comentaba:
"Ella estaba viajando sola y en 'bici' en el norte de Argentina por un mes, sin problema. Se comunicó regularmente conmigo, con sus padres y amigos, hasta el 26 de agosto, cuando nos dejó la ultima noticia, indicando su trayecto supuesto. Después pensaba ir a La Rioja o a Córdoba..."
"Las primeras tres semanas no me preocupé, porque pensaba que ella estaría cruzando una región alejada, sin acceso a Internet... Pero a partir de la cuarta semana pensé que algo había pasado, y todos nos mandamos mensajes urgentes para obtener alguna noticia... A partir de la quinta semana, ya preparé el viaje para venir a Argentina"
Mathias y sus familiares decidieron hacer la denuncia ante el Consulado de Suiza en Argentina y posteriormente ante la policía de la provincia de Salta, que es por donde ingresó al país. Aunque no se desesperaba, el joven estaba desconcertado mientras seguía buscando a su compañera, reconstruyendo su supuesto trayecto y entrevistando, foto de Anna en mano, a cuanta persona se cruzaba en el camino. Para esa fecha el Consulado de Suiza ya estaba al tanto y empezaba a solicitar información a la Policía.
La investigación
La joven suiza descansó en un camping, pero la policía descubrió que se hospedó después en la hostería de Alcides Cuevas. Sin embargo, en los libros de registro, las hojas pertenecientes al día 28 de agosto fueron arrancadas, lo que despertó las sospechas del juez del caso, Walter Moreno.
En el vehiculo de uno de los acusados se llegaron a encontrar unos objetos sospechosos. Mathias reconoció una calza deportiva y un cortaplumas de Annagreth. Ambos fueron hallados durante la investigación, y el reconocimiento era considerado clave para avanzar en la misma.
Miguel Narváez contó que el 30 de agosto a las 5 de la madrugada, su patrón le pidió que lo acompañara a la capital riojana a realizar trámites. El mismo declaraba:
“Durante el trayecto pregunté por la turista, pero Cuevas me dijo 'No la vas a ver nunca más en tu vida; ella ya no existe'. Tambien me dijo que no insistiera porque me podía pasar lo mismo que a ella”, había relatado Narváez. Y también que Cuevas lo amenazó con matar a su madre.
Las autoridades dejaron en claro que no tenían dudas de que se trató de un homicidio:
"Nosotros creemos que Annagreth no está viva y, por los últimos testimonios, Alcides Cuevas es el autor material del hecho".
"Según lo que hemos investigado, y sobre todo por los últimos testimonios que han sido relevantes, creemos que hubo un abuso sexual y que la muerte pudo haber sido voluntaria o involuntaria, por un accidente".
"Descartamos lo de la red de prostitución porque Anna no tenía el perfil de las chicas que se toman para eso, y además porque nunca hubo acá en La Rioja una red de prostitución como dicen los medios".
Juicio
El fiscal Darío Illanez valoró la declaración de Narváez. "Cuevas lleva a Anna a un lugar que no pudo precisarse, con medios mecánicos y/o manuales procede a dar muerte en el tiempo comprendido entre las 23:00 del 29 de agosto de 2004 y las 5:30 del 30, y hace desaparecer el cadáver, además de varias pertenencias. Al día siguiente pasa a buscar a Narváez para ir a La Rioja capital y allí le cuenta lo que hizo", afirmó el fiscal en su alegato.
La hipótesis de Illanez fue que Cuevas la asesinó por un "móvil sexual" y por eso pidió la máxima pena para él. Esta conjetura fue en parte incentivada por declaraciones de otros testigos que relataron que el acusado solía espiar a las jóvenes turistas que se hospedaban en su hotel.
En el juicio, más de media docena de testigos complicaron al hotelero, pero fue clave la declaración de Narváez.
La delegación en representación de la familia Würgler que estuvo presente en el veredicto estuvo compuesta por Jürg Würgler (padre de Anna), la cónsul de Suiza en Argentina, Pía Gallegos, y los abogados de la familia, Santiago Domenech y Mercedes Slim.
El Tribunal estuvo presidido por el juez Mario Pagotto e integrado por los conjueces Sofía Nader y Rodolfo Rejar.
Para los jueces, "Está absolutamente desmentido por la evidencia" el argumento de Cuevas de negar haber conocido a Wurgler y consideraron que el ahora condenado tuvo "la intención de desviar el rumbo de la investigación".
"Alcides Cuevas sí conoció a Annagreth Wurgler y se relacionó con ella por su condición de operador turístico de la zona", sostiene el fallo y agrega: "Negar haberla conocido es un serio indicio de que tiene algo que ocultar".
Cuevas fue considerado culpable del delito de homicidio simple y condenado por el asesinato de Annagreth Würgler a 18 años de prisión efectiva.
En tanto, la Justicia absolvió a los otros tres sospechosos: un ex empleado de Cuevas, el chofer Miguel Narváez, juzgado como partícipe necesario; Angélica Gordillo y Mario Machuca, encargados del camping en el que estuvo Annagreth, acusados de encubrimiento.
El abogado de la familia, Santiago Domenech, aseguró que tanto el padre de Anna como la defensa se sorprendieron con el resultado:
"Estamos procesal y formalmente contentos de que haya una sentencia condenatoria, y tanto Jürg como yo queremos usar esta sentencia no sólo para la condena de Cuevas, sino también para que sirva como una 'sentencia ejemplificadora' y que la gente sepa que los asesinatos empiezan a tener otro tipo de importancia y estudio".
"Siento que se hizo justicia" declaró Jürg Würgler
¿Donde esta Anna?
El tribunal citó numerosos fallos anteriores y la doctrina de la Corte Interamericana de Justicia para considerar la existencia de un crimen, pese a que el cuerpo de Anna no fue encontrado.
"Aunque no aparezca el cuerpo de la víctima se lo puede condenar igual. Tenemos antecedentes en jurisprudencia dentro del país donde ha habido condena sin cuerpo" auguraba la Policía local.
Darío Illanez sostuvo al referirse al hecho de que el cuerpo nunca fue encontrado: "Afirmar irresponsablemente que cuando no hay cadáver, no hay homicidio, nos retrotrae a la época del terrorismo de Estado"
"Hay momentos en que tengo esperanzas y momentos en los que estoy terriblemente asustado" confesó Jürg Würgler, el padre de Anna, un Profesor jubilado de idiomas, refinado, de ojos clarísimos y rostro delgado. "Hasta ahora no he pensado que Anna no está viva. Siempre hablamos de encontrarla. Nunca pensamos cómo vamos a encontrarla..."
Aún así declaraba tras el juicio: "Espero que Argentina entienda que la gente no puede desaparecer como mi hija, que este dolor sirva para que no vuelva a suceder"
Despues del juicio
Alcides Cuevas recibió el beneficio de la libertad condicional tras cumplir 12 años de pena. Desde hace tiempo gozaba salidas transitorias por cuestiones laborales, ya que trabaja en un estudio jurídico y ahora fue liberado.
Monumento en homenaje a Anna |
Mucha gente quedó indignada por este hecho, ya que no cumplió la condena acordada y puede ser reincertado a la sociedad como si nada hubiera pasado.
Claro el juez la declaro muerta asi todos pensaban eso mientras la mantenia en algun lugar de trata. La Rioja es el nido de la trata ahi la retuvieron a Marita Veron y su mama destapo la olla. Anna quizas estaba viva. Lei que todavia hacian rituales con sus fotos. Da que pensar.