Roberto Daniel Vecino: "La masacre de Necochea"



"Para vos también hay"


Roberto Daniel Vecino tenia 57 y trabajaba como sereno en el cementerio municipal de Necochea. Estaba Separado hace años de su esposa Marta Curuchet de 52 años, de quien tenia 8 hijos. Vivía con al menos tres de ellos, todos ellos mayores de edad, mientras quien él residía en un inmueble lindero sobre calle 63, por lo que tenían contacto diario.



Vecino era dueño de un pequeño criadero y delegado de ACUNQ, la asociación de entusiastas de  las aves en Necochea y Quequén. Vecino había llegado con sus jaulas en varias ocasiones a otros eventos del circuito como el Campeonato Argentino de Canaricultura. En sí, sus pájaros cantores eran un hobby más relajante y mucho menos gris que su trabajo como sereno del cementerio. A principios de junio de 2016 se llevó a casa un premio paradójico: un trofeo por sus canarios.
"Campeón de línea", decía su cucarda, que ganó, precisamente, en el Campeonato Nacional de Canarios.

Daniel Vecino exhibiendo su trofeo

Vecino también era filetero. Todos sus vecinos y conocidos decian que se lo veía como “un buen hombre”.

Pero, como bien dice el dicho "las apariencias engañan"



El hecho


El jueves 7 de julio de 2016, cerca de las 9 AM, en su casa del barrio FONAVI de Necochea sobre la calle 98, Vecino y su ex mujer, Maria Curuchet, regresaron al domicilio luego de haber llevado a su hijo de 10 años discapacitado a la escuela. Ahí comenzaron a discutir en la cocina. Aparentemente se desencadenó la tragedia por una presunta infidelidad, cosa que jamás pudo ser comprobada.

Maria Curuchet

En cierto momento de la discusión, el hombre se apoderó de un machete de casi medio metro de largo y asesinó a puñaladas Maria, a quien dejó tirada en la cocina, tras lo cual subió a una planta alta de la vivienda y atacó a sus dos hijas mujeres, Rosa (21) y Etelvina (19), a quienes también mató de varias cuchilladas.

Rosa Daniela
Etelvina Del Carmen

Se cree que en ese momento llegó su hijo Roberto (19), quien vio lo que pasaba y pretendió salir corriendo de la vivienda para evitar ser asesinado por su padre. Según los vecinos, el hombre lo persiguió y lo alcanzó a los pocos metros y se trenzó en una pelea a golpes de puño. Luego, cuando ya lo tenía reducido, lo atacó a puñaladas en distintas partes del cuerpo y lo mató.

Roberto, el hijo de Vecino

La secuencia fue observada por un vecino, un hombre de 70 años llamado Horacio Córdoba, sereno en la Sociedad Rural de la ciudad. Horacio Pasaba con su camioneta roja por la calle donde Vecino estaba corriendo a su hijo para atacarlo. Vio la situación, frenó, bajó y quiso interceder para evitar la locura de Vecino. Pero no pudo. "Para vos también hay", le dijo el asesino antes de degollarlo.

Horacio Cordoba, victima
Esta situación fue advertida por un hermano de Curuchet. Mientras Vecino mataba a su hijo Roberto y a Córdoba, el hermano de Curuchet alcanzó a pedir auxilio en un domicilio del barrio desde donde llamaron al 911, por lo que un patrullero de la comisaría local arribó a la escena del crimen cuando el asesino aún estaba en la vía pública.
El cuerpo de Horacio al lado del cuerpo del hijo del agresor
Los policías que llegaron inicialmente al lugar intentaron desarmar a Vecino, pero éste tomó una segunda arma blanca que llevaba en la cintura, más angosta y filosa que la primera, y los hirió a ambos en las manos, tras lo cual huyó a la carrera y se atrincheró en un galpón de su casa.

Los efectivos intentaron disuadirlo para que se entregara. Finalmente, con una orden judicial, el personal del Grupo de Apoyo Departamental (GAD) de Necochea logró ingresar. Pero ya era tarde: Se ahorcó en la misma habitación en que mató a su esposa y en presencia de su cadáver.



Detrás de todo buen hombre


Amigos y vecinos de la famlia no pudieron creer en tal atrocidad ¿Cómo un hombre del barrio al que todos conocían y consideraban buen tipo podía llegar a perpetuar un crimen que terminó matando a los de su propia sangre?


Vecino y su esposa estaban separados y últimamente tenían una mala relación, a pesar de lo cual no existían denuncias de violencia familiar, dijeron los investigadores policiales y judiciales
Daniela, la hija mayor, aseguró que su padre amenazaba a su mujer y hasta le apuntó con un arma en la cabeza, y que siempre los agredía tanto a ella como a sus hermanos y hasta en una oportunidad lo denunció en una comisaría por haberla golpeado.

Daniela, hija de Vecino


"El actuaba con naturalidad. Para la gente era una buena persona, pero adentro de la casa era otro. Mi papá ha hecho un montón de cosas que hacían suponer que sí (que podía cometer un crimen), pero tal vez todos lo minimizaron, y pocas personas le dieron importancia. Me acuerdo que le apuntó a mi mamá en la cabeza cuando yo tenía 9 años. Cuando era chica lo denuncié a mi papá, pero fui sola a la comisaría porque mi mamá le tenía miedo, le tenía terror. Mi padre fue siempre un infierno, siempre nos maltrató, nos pegaba con la manguera. Jamás se arrepentía" declaró.

La casa









Daniela no se encontraba en la escena del crimen, ya que se fue de la casa paterna cuando cumplió 16 años. Tampoco el hijo mas pequeño, de 10 años, que estaba en el colegio. De los que quedaron vivos, le siguen Daniela Patricia (33), María Rosa (27) y Milagros Teresa (20)


Los cuerpos







Vecino medía 1,98 metros de estatura, tenía la altura y fuerza suficiente para reducir a sus víctimas y matarlas con precisión.



"Con los cinco crímenes, se convirtió en uno de los peores asesinos civiles de la historia", dijo una fuente policial.



Una mañana de locura en Necochea que terminó con seis muertos.

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