David Guerrero: "El niño pintor de Málaga"



Este caso está considerado por la Interpol, junto con la del niño de Somosierra, como la desaparición más extrema y desconcertante ocurrida en Europa en los últimos tiempos.

David Guerrero, de nacionalidad española, era un joven de 13 que era considerado como un futuro genio de la pintura. David Vivía con sus padres y dos hermanos en un ambiente de clase humilde. Era un chaval modélico, tanto en su hogar como en la escuela. Se hacía notar por sus cualidades. Desde pequeño mostraba interés por el dibujo y la pintura, y tenía grandes dotes artísticos. Tenía de profesor a un tío suyo y destacado artista, José Guevara, que formó parte del grupo Montmartre, integrado por varios profesionales malagueños que en su momento marcharon a Francia y fueron agasajados por el autor del GuernicaLos críticos de arte lo calificaron como un niño prodigio de la pintura, con un gran porvenir nacional por sus excelentes dotes en el plano figurativo y realista. Incluso quisieron presentar sus en cuadros en una galería importante.

Parecía que, al igual que su paisano Picasso, estaba predestinado a lograr altas cotas artísticas y un gran nombre. Esto último lo conseguirla, pero desgraciadamente por otra circunstancia.

El hecho


El 6 de abril de 1987 David fue al colegio como siempre. Sus profesores no notaron nada anormal en su comportamiento, aunque el chico le comentó a su compañero de pupitre que le dolía el estómago y la cabeza y que no se iba a comer el bocadillo. Llegó a su casa a las cerca de las 6 de la tarde junto a su hermano. Se volvió a negar el bocadillo, hecho que sorprendió a su madre. Le comentó sobre sus dolores pero ella lo vio como algo normal en un chiquillo. Quizás eran por los nervios de ese dia. Era una fecha especial para él. Y es que uno de sus cuadros formaba parte de la exposición "Recorriendo la Semana Santa", que se iba a inaugurar en la galería de arte La Maison, de Málaga, en la calle Parcent. Había realizado una copia de la cabeza del sevillano Cristo de la Buena Muerte (Solo el cuadro que exponía estaba valorado en 60.000 pesetas.) También esperaban entrevistarlo una vez esté allí.


David junto al cuadro del Cristo

Merendó un yogurt Petit Suisse, recogió las cosas de su habitación y se cambió de ropa. Decidió vestirse de forma elegante para la ocasión. Zamarra, jersey blanco, vaqueros y zapatos deportivos.
David solía tomar el autobús para ir al Centro de la ciudad, donde recibía clases de pintura en un local calle Granada. Su padre siempre lo recogía a las nueve y nunca regresaba solo.

Pero ese dia David quiso ir por su cuenta. Iría primero a sus clases de pintura y luego a la galería de arte. Su padre le hizo un croquis para que supiera en qué parada de Muelle Heredia debía bajarse.

-¿Quieres que te lleve David? -Le preguntó el padre inseguro
-No, que yo sé ir -le respondió mientras revisaba el papel con el plano que éste le confeccionó para que supiera donde bajarse.
Tomó su bolsa vaquera con los materiales de pintura, el bonobús, su carné escolar, dio dos besos y se marchó. Esa sería la ultima vez que lo verían.

Salió de su domicilio, situado en la calle Sargento García -en la barriada malagueña 25 años de paz- y se dispuso a cruzar los cien metros que separaban el portal de su vivienda de la marquesina en donde se paraba el autobús que le llevaría al centro de la ciudad.


Barrio 25 años de paz

La noche caía y David aún no volvía a casaSu padre pasó por el centro de pintura para recogerlo, no lo encontró. Preguntó al conserje, pero nadie le había visto aquella tarde. Corrió a la galería y le dieron la misma explicación. Nunca llegó a la galería.

Antonia Guevara, la madre de David, contó el relato de aquel día: "Me levanté como siempre. Era un lunes, un día normal. Ese día David tenía una entrevista después de sus clases de pintura en la calle Granada porque tres días antes había expuesto un cuadro en una exposición sobre Semana Santa y gustó mucho. Su padre le hizo un croquis. Recuerdo que ese día comió viendo unos dibujos animados que le gustaban mucho. Estaba nervioso, supongo que por la entrevista. Era la primera que le hacían. Su padre le dijo: "Si terminas pronto, te vas a la pintura, y, si no, te esperas allí y yo voy a recogerte". Pero esa noche mi marido llegó solo. Se fue a buscarlo a la calle Granada. Esperó un rato y viendo que no bajaba, le preguntó al conserje. "¿No has visto bajar a mi hijo?". "No, quizás esté en la exposición", le contestó. Pero no lo vio allí. Pensó: "Me habré cruzado con él", pero le dijeron que ese día no había ido. Entonces se dijo "estará en casa". Cuando llegó mi marido yo estaba en la cocina preparando la cena. "¿Y el niño?, ¿No ha venido?". Nos echamos a la calle toda la familia y esa misma noche a las 12 mi marido se acercó al cuartel de la Guardia Civil y lo dijo: "Tiene 13 años y no aparece por ninguna parte..."

Pero la denuncia la tuvo que formular a la mañana siguiente por indicación de la propia policía, que entonces requería que pasaran 24 horas para formalizarla. "Dijeron que las desapariciones de menores eran muy corrientes y que antes de denunciar había que esperar ese plazo porque casi siempre los menores aparecían al poco tiempo". No fue el caso.

La Busqueda

Los días pasaron sin tener noticias sobre David Guerrero. Mientras, la prensa comenzó a informar sobre el enigmático caso. "Extraña desaparición de un joven pintor malagueño", rezaba el titular del rotativo Sur. "El joven David Guerrero, de trece años de edad, se encuentra en paradero desconocido desde la media tarde de anteayer, en que no apareció por la galería de arte La Maison, adonde tenía previsto acudir".


Los titulares



Se barajaron todas las hipótesis posibles sobre una desaparición en la que apenas habían pistas: solo se supo que David salió de casa y no llegó a la exposición. A partir de ahí, y pese a que había declarado que iba al centro de la ciudad en autobús, ningún vecino le vio. La Policía entrevistó a todos los conductores de autobús que trabajaron ese día, pero declararon que no había subido a ninguno de los vehículos.


Cartel de "Se busca"

Como dato curioso: Aquel día, la Reina Sofía estaba de visita institucional en la ciudad, para inaugurar la remodelación del Teatro Cervantes, y en su recorrido desde el aeropuerto iba a pasar por el barrio de David, que debía estar repleta de vecinos ansiosos de ver el desfile.

Se abrieron dos líneas de trabajo: el secuestro y la fuga voluntaria. Ambas carecían de sentido alguno. Nadie pidió un rescate y David no tenía problemas familiares ni personales. Además, el padre de David era cortador de patrones y no tenía medios económicos para hacer frente a un supuesto pago si se hubiera tratado de un secuestro. Antonia dijo, "David era un niño normal nada callejero, y no tenía motivos para irse de casa". "No llevaba dinero, sólo la tarjeta del autobús".

Hipotesis descartadas


La familia negó una posible fuga. "En el colegio tenía un excelente comportamiento, no sufría problemas con sus padres y hermanos y, encima, apenas salía de la vivienda salvo al colegio y a la academia de pintura, su gran "hobby", para la que está superdotado"
"Un niño extraordinario: buenas notas y mejor comportamiento. Nada de introvertido, sino muy serio, responsable y perfectamente integrado en el centro docente", afirmó la directora de colegio Divino Pastor.
"David era un chico normal, nada callejero, y no tenía motivos para irse de casa. No le gustaba bajar a jugar a la calle. Sólo estaba con su hermano, siempre pintando" aseguraron.

Pronto se descartó también la hipótesis del secuestroCarecían incluso de teléfono, por lo que una vecina puso el suyo a disposición de ellos por si llamaban los secuestradores. Pero no se recibió ninguna llamada. "No saber nada sobre David es lo peor. Si tuviéramos algún indicio estaríamos menos angustiados. Si alguien se lo ha llevado debería llamarnos y contactar para ver qué es lo que quieren. Si es dinero, aunque no lo tenemos, lo buscaríamos como fuera...», imploraba su madre a los medios apenas 15 días después.

Continúa la busqueda

El inexorable paso del tiempo aumentó el misterio, que se alimentó ante la total ausencia de pistas. La ciudad comenzó a sentirse conmocionada y sus gentes se unieron con un mismo fin: encontrar al "niño pintor". Y es que hasta 10.000 personas se llegaron a manifestar por las calles de Málaga para reivindicar mayor dedicación y esfuerzo de las autoridades judiciales y fuerzas de seguridad, que finalmente llegaron a movilizar todos sus recursos. Cuerpos policiales, investigadores, sanitarios y militares trabajaron conjuntamente en las labores de búsqueda, durante las que se escrutaron decenas de parajes, aldeas y ciudades… Sin resultado.

Cualquier intento por descubrir donde se encontraba David Guerrero terminaba en un callejón sin salida. De acuerdo al comisario José María García Calabuig, "el gran problema con el que nos hemos topado es que nadie lo vio salir de su casa, lo que nos hace suponer, y recalco que es una hipótesis, que probablemente lo esperaban. Además, ese día se dieron unas circunstancias especiales ya que coincidió con la visita de S. M. la reina Sofía a Málaga y, puesto que esa zona correspondía a uno de los itinerarios trazados, había una rigurosa vigilancia, tanto de policías de paisano como de uniforme, lo que nos induce a descartar que fuera introducido a la fuerza en un vehículo".

Las investigaciones se prolongaron durante varios meses. Instituciones oficiales y ONGs se unieron en la búsqueda. Incluso, el entonces secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, llegó a mostrar su preocupación por la desaparición cuando viajó a Málaga y se reunió con la familia Guerrero Guevara.

Se utilizaron perros amaestrados, especialistas en búsqueda de desaparecidos, filtros en las fronteras, rastreos en la sierra, búsqueda en lugares apartados o marginales, etc. También se comprobó si podía estar ingresado en algún hospital por haber sufrido un accidente.

Jorge, el padre de David, acudía diariamente para interesarse por las novedades. "Siempre estoy informado y sé que están trabajando mucho en estos meses. Pero hay que ponerse en la piel de la familia y ver cómo estamos. Siempre que llaman al teléfono o tocan al timbre de la puerta pensamos que puede haber surgido algo".

Su hermano Raúl hizo un llamamiento en la cadena Ser de Málaga durante las navidades de 1987. “Hermano David, ya hace nueve meses que saliste de casa y ni nosotros, ni nadie más, sabe de ti desde aquel 6 de abril que desapareciste. Estas navidades tu ausencia se hace mucho más grande y dolorosa. Si me estas escuchando, David, que sepas que te habla tu hermano, tu amigo, tu compañero en esa pasión, tuya y mía, de la pintura. Aquí está esperándote toda la casa. Mamá ya no tiene lágrimas de tanto llorar. Papá, llora para adentro como los hombres. Nuestro hermano Jorge, igualmente, vive en la esperanza de tu regreso. Te propongo una cosa: vuelve. Da señales de vida. Vuelve para hacernos las navidades más felices del mundo. Aquí te esperamos, junto a la mesa y la silla. Tu silla, tu sitio, tu lugar y tu comida… Tenemos una cosa: esperanza, ilusión en que volverás. Regresa a tu casa David”.

Una posible pista

Una de las pistas que a priori parecían más fiables apareció en un hotel tres años después de la desaparición. Los malagueños estaba muy sensibilizados con el caso, del que se hacían eco de forma reiterada los medios de comunicación. Ello propició que una camarera de piso contactara con la dirección del establecimiento y le contara que había encontrado una nota manuscrita al limpiar la habitación de un huésped. Se trataba de una servilleta en la que podía leerse: "David Guerrero. Huelin".



La línea de investigación condujo hasta un ciudadano suizo de 70 y cobró aún más fuerza al comprobar que, entre los últimos dibujos del menor, figuraban unas caricaturas de un hombre que era la viva imagen del sospechoso.
El suizo (una persona acaudalada), divorciada, y con varios hijos- había estado alojado en varios hoteles de Málaga en marzo y abril de 1987, entrando en contacto con David unos diez días antes de la desaparición, según había declarado una empleada de uno de los hoteles visitados.


El dibujo y el sospechoso

Cuando los agentes llegaron hasta él, en agosto de 1990, descubrieron que ya había fallecido en enero de quel año. El hombre, aficionado a la fotografía, estuvo alojado en el hotel y, posteriormente, compró un apartamento en Rincón de la Victoria. Solía parar a la gente por la calle para fotografiarla.

La policía localizó a la viuda en Suiza. La mujer accedió a mostrar el laboratorio del difunto. Un grupo de policías españoles se desplazó desde Málaga hasta Suiza para bucear en sus archivos de imágenes en busca de alguna instantánea de David. Las había de todos los tipos y lugares, muchas de ellas tomadas en la Costa del Sol. Pero ni una sola de 'El niño pintor'.

Hubo aviso sobre un "niño pintor" en Portugal, se llegó a pensar que David podría estar siendo explotado por alguna banda de delincuentes. Sin embargo, la pista se esfumó. Algunos meses después, otra pareja española aseguró también haber visto al niño.




Sin Pistas

El tiempo transcurría sin noticia al respecto. Por eso en los meses siguientes los progenitores de David peinaron la provincia, establecieron contactos con videntes y médiums, realizaron toda clase de pesquisas. Se gastaron dos millones de pesetas en imprimir fotografías y pasquines con el semblante risueño de un chico de pelo castaño claro y ojos verdes, que colocaron por calles y plazas de España. Llegaron a ofrecer una recompensa de un millón a quien facilitara alguna pista fiable. Todo ello gracias al dinero aportado por familiares y amigos, dada su apretada situación económica. El resultado fue nulo.


La familia de David

Nuevamente estaban ante un callejón sin salida.


Oficialmente muerto...

El padre de David, Jorge Guerrero, falleció de cancer en octubre de 2015 sin saber el paradero de su hijo. Pero también surgiría otro problema. Los familiares no pudieron acceder a la herencia porque David, que ahora tendría 43 años, está legalmente vivo y, por tanto, es uno de los herederos, por lo que se precisa su firma para desbloquear la herencia. Por eso la familia se ha visto obligada a dar este paso, tantos años después de no saber nada del hijo y hermano que buscaron con todas sus fuerzas y medios.



Ha habido que dar este paso porque nos lo exige la justicia. No tenemos nada, pero la justicia es la justicia

Aunque se declare oficialmente fallecido a David Guerrero, la policía no da carpetazo a la investigación.  La policía nos ha dicho que esto no se cierra” afirmó Antonia. Hace poco más de un mes tuvo que ir a la comisaría para pedir una copia de la denuncia que puso tras la desaparición de David y un mando policial le dijo que “por supuesto” que el caso sigue abierto.

"Mi marido se fue sin saber nada de la criatura. Ojalá a mí no me pase igual"


El caso en la actualidad

Antonia tiene mas de 70 años. La casa se ha convertido en una especie de santuario con las cosas de David. "Me recomendaron que para superar esto no tuviese tantos recuerdos de él, pero yo no me quiero olvidar de él". No pierde las esperanzas y está convencida de que está vivo. "Si apareciera por esa puerta le daría un gran abrazo"








Raúl, tiene mas de 40, se licenció en Bellas Artes y da clases de Pintura en una universidad británica.




Es sin duda un caso extraño de desaparición limpia y enigmática.


Fimografía

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