Alejandra Podestá: "La enana maldita"


Un crimen que conmocionó el mundo del espectáculo al descubrir de quien se trataba. Pero los vecinos hicieron ver que no era como muchos la imaginaban.


31 de mayo de 2011, Agronomía, Argentina. Una vecina llamó a la policía para denunciar que del departamento ubicado en la calle Nueva York 2400, entre Artigas y Zamudio, salía un fuerte olor a podrido.



Los efectivos de la comisaría 47 que ingresaron a la vivienda se toparon con una horripilante escena: el cadáver de una mujer yacía desnuda, tirada boca abajo sobre una escalera y presentaba heridas cortantes en el cuello y en el tórax, y quemaduras en el 30 por ciento de su cuerpo, especialmente en el pecho y en la espalda. Lo que mas llamó la atención es que la mujer no llegaba a medir un metro, osease, era una enana. Pero lo que causó el asombro de muchos fue lo que confirmarían luego: se trataba de una actriz, Alejandra Podestá


La victima



Poco y nada se conocía sobre su vida. Nació en 1974 en Bs As y padecía Enanismo. Pero se hizo conocida por su interpretación en la última película de María Luisa Bemberg titulada, De eso no se habla en 1993. En la misma interpretaba a una joven enana que vivía con su madre (Luisina Brando) y se enamoraba de un hombre mayor que ella (Marcello Mastroianni).

Cartel de la pelicula

Luego del filme ella se retiró definitivamente para dedicarse a trabajar como vendedora en una zapatería d
e la cadena “Calzarte”, ubicada en Mosconi, entre Terrada y Condarte. El comercio cerró y en su lugar abrió un gimnasio. Luego trabajó como camarera, pero se mantenía con una pensión y con el alquiler de dos departamentos.

Imagenes de la pelicula





La investigación


A Podestá la mataron de nueve puñaladas en el cuello y en el tórax. Al parecer intentó huir de su agresor pero fue en vano. Murió desangrada y desnuda en el descanso de la escalera, a pocos metros de la puerta de entradaEn el interior, todavía persisten los rastros de la pelea que la víctima entabló para sobrevivir. Mas tarde fue rociada con alcohol y prendida fuego, en un intento por esconder el crimen bajo la apariencia de un incendio. No funcionó: el fuego se extinguió y todo quedó en evidencia. Pero si hubo tiempo...

Según determinarían, Alejandra fue asesinada el 21 de mayo.




Los vecinos contaron a la policía que no escucharon gritos ni pedidos de auxilio y aseguraron que tampoco vieron humo o sintieron olor a quemado el día del crimen.

 “Alejandra tenía un gato al que cuidaba mucho y no se lo veía en la calle. A principios de la semana pasada lo vi que andaba en mi balcón buscando comida. A mi me llamó la atención. Se ve que ya estaba muerta” contó una vecina.

Constataron que las puertas y ventanas del PH no habían sido violentadas, por lo que suponen que el atacante entró con el consentimiento de la mujer. 

Los policías determinaron en base a declaraciones de testigos que Podestá llamaba habitualmente a hombres a quienes invitaba a su casa para concretar encuentros sexuales, por lo que todo apunta a que el autor del crimen puedo haber sido algún taxi boy contratado por la víctima.


Ella tenía muchos problemas en sus rodillas que le impedían caminar bien y encima le dolían. Cuando salía a hacer las compras siempre le pedía a cualquiera que pasara por la calle que la ayude. Hace unos dos años un hombre que una vez le había llevado unas bolsas a su casa le pegó una paliza y la robo junto a dos cómplices. Alejandra dejaba entrar a cualquiera a su departamento  aseguró una vecina.

Un jefe policial que trabaja en la investigación del hecho aseguró que Podestá ya había sufrido heridas hace un año y medio durante un robo, al ser atacada por un hombre al que había conocido por Internet.


Para los vecinos no era extraño ver ingresar a hombres extraños en la vivienda de Podestá. La mujer  solía contratar a taxi boys y no lo ocultaba: “Cuando tenía la necesidad, llamaba. No tenía problema en contarlo”, coincidieron los vecinos que veían desfilar a los amantes de manera frecuente. “Más de una vez se armó lío porque no les quería pagar”.


Aunque el departamento de Podestá estaba totalmente revuelto (se cree que fue por motivo de la pelea para intentar defenderse), los investigadores no lograron establecer en aquel entonces si el agresor robó dinero u objetos de valor.

 “El caso está en plena investigación. Estamos analizando si se trata de una o dos personas. Además, estamos tratando de determinar las últimas llamadas que hizo la víctima y sus contactos en redes sociales". Si el asesino se llevó dinero de la víctima va a ser difícil de establecer, ya que sólo Podestá sabía dónde guardaba sus ahorros. Encima, casi no tenía familia y sólo pudimos localizar a un tío que apareció recién ayer en la comisaría 47°”, informó un investigador.

En el caso, a cargo de la Fiscalía 26 y la Secretaría 1, trabaja la División de Homicidios y la Unidad de Delitos Informáticos de la Federal. Los investigadores analizan dos agendas y una laptop de la víctima para dar con el o los homicidas.


Una mujer repudiada


A los vecinos no les preocupó a la extraña ausencia. Alejandra estaba muy acomplejada por su condición y era rechazada por el barrio. “Era una persona muy agresiva. Yo le prohibí la entrada”, dice Ernesto, dueño del kiosco situado en la esquina del domicilio de Podestá.  Vivía haciéndole maldades a todos: hay una viejita que pasaba y ella siempre tenía preparado un balde de agua para tirárselo desde el balcón”.
Otro vecino aseguró  Era una enana jodida. Si los chicos pasaban por su vereda les pegaba con la escoba y si parabas el auto te lo llenaba de basura”. Era una enana maldita”, disparó otra vecina.
Sin embargo otra vecina manifestó: “Ella se sentía mal porque los chicos la miraban raro y a mí me dijo que sabía que le caía mal a todos por su malhumor, pero que en el fondo era buena”.


El caso actualmente


Se pudo determinar que el responsable se llevó dinero, objetos de valor y el arma, un cuchillo tipo serrucho. Con la escasa información que se tenía, no se pudo llegar a algo concreto. El caso fue perdiendo notoriedad hasta que casi nadie se acuerde.

Alejandra murió de la peor manera: olvidada



La vida de Podestá se asemejó al personaje que le tocó interpretar en la película que la tuvo como protagonista: “Su infancia fue dura. El padre la abandonó y la madre, que trabajaba todo el día, la maltrataba porque no aceptaba que su hija era enana”, dijo uno de los pocos que pudo llegar a conocer mejor a la actriz.

5 comentarios:

  1. Unknown dijo...

    otro caso impune

  2. Unknown dijo...

    Muy triste.

  3. Unknown dijo...

    Siempre hay que saber que detras de cada persona hay una historia

  4. Unknown dijo...

    El crimen perfecto? Que horror

  5. jose antonio dijo...

    No existen crimenes perfectos, existen crimenes sin resolver

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